Canciones pendientes, vitales e inacabadas, resisten el paso del tiempo
Con la intromisión de la pandemia y los cambios que ha conllevado en nuestras vidas, parece mentira que algunas de aquellas conversaciones caseras, en pleno confinamiento, hayan terminando asociando a dos buenos amigos como son Arico y Páramo, en la forma que este split inmortaliza. Así, desde la amistad y con la idea de rescatar -respectivamente- una de esas antiguas canciones pendiente, vital e inacabada pero que resiste el paso del tiempo en la sombra, intacta… es como nace este proyecto. Un doble sencillo en el que cada uno de ellos rinde cuentas con esa canción embrionaria y la comparte con nosotros, geminada en ‘Kwashiokor/Fuerteventura’.
En el caso de Arico, ‘Kwashiorkor’ es nada menos que la primera canción que el autor canario compuso bajo su anterior nombre artístico, Pernambuco. Un tema cuya crudeza y agresividad están fuertemente marcadas por la indignación y el señalamiento explícito de las consecuencias extractivas que el sistema capitalista y el colonialismo contemporáneo tienen en la esfera vital de las personas. De igual modo, en la cara B también ‘Fuerteventura’ se remonta a una época en la que Páramo era poco más que una posibilidad, una idea de proyecto con la que dar salida a las canciones más íntimas y desnudas del autor sevillano. En contraste con el tema de Arico, ‘Fuerteventura’ se abre camino en la búsqueda interior, conduciéndonos hacia ese último refugio que es la mera consciencia de nuestro amor desinteresado e incondicional por los demás.
Debido a sus respectivos detonantes compositivos (el primero proyectado hacia el entorno político, el segundo en recogimiento introspectivo), ambas canciones son diametralmente opuestas desde su constitución y en cuanto a su temática general se refiere pero, al mismo tiempo, también ambas responden a un sencillo ejercicio de desdoblamiento fuera-adentro que las conecta, las explica y las complementa durante nuestra escucha. Una tras la otra y al revés, sin importar el orden. Lo más crudo de la pandemia pasó, pero el aliento y las palabras del otro durante aquellos meses, bajo cuatro paredes, han quedado hendidas en nuestra historia y memoria personal, así como esta música ha sido rescatada y salvada para siempre. Música desde la amistad, imposible sin Sergio Sánchez (Albufera) y, por supuesto, sin José́ A. López (Hokvs Pokvs, Daylight in Red, Conjunto podenco) con quien Arico grabó en La caterva y sin Ernest Gómez (Lullavy, Salina, Walking Lands) con quien Páramo grabó en el Estudio de la Paz.