Ampliando su carrera con Alado sincera y Ghandi rules OK, en 2014 Oriol Solé debutó con ‘Cadells’. Primer disco en solitario del de Igualada, al que daría continuidad en 2016 con una obra maestra, su doble álbum ‘II’.
En busca del equilibrio dicotómico entre el pop y el ruidismo, en su debut y sin proponérselo, Solé trascendió lo predecible en ambos campos. Sin embargo, en ‘II’ Solé se atrevió con un disco doble que, pese a su austeridad enunciativa, presenta cuatro movimientos (nueve piezas en total) de sensibilidad y riesgo inauditos. Profundizando con valentía en el discurso que inició con ‘Cadells’.
Radical pero melódico, Oriol Solé huye de la forma clásica de canción y propone una paradoja armónica: Los referentes, las tensiones que acomodan la melodía, se diluyen y confunden con el sonido estático, mientras las repeticiones mantienen al oyente en alerta. La incertidumbre es el sherpa, una incertidumbre que se acentúa gracias a la lírica sugerente de Solé. Su obra contiene un gran poder evocador, perturbador es la palabra: Punto a punto, lentamente, Solé acaba por esbozar aquello indefinidamente bello.