Cristina Arroyo y JC Peña (quienes concibieron El relevo alemán a partir de un chiste privado sobre Estoikov, su anterior grupo) lanzaron en 2008 su primer álbum ‘Ética protestante’, después los EPs ‘Canciones para un mundo que se acaba’ y ‘La última esperanza’, y en 2011 no solo veía la luz su segundo álbum, ‘El mundo antiguo’ (2011), sino que meses después lo completaba una buena secuela de descartes (Canciones desde el exilio). Pero la cosa no queda ahí, aún quedaba repertorio para un tercer EP en 2013, titulado ‘El sueño de Frank’ con el que, ahora sí, echaban el cerrojo a este prolífico período iniciático.
Luego y con Zutoia Ríos (Muerte y destrucción) completando el trío, El relevo alemán se empleó a fondo en estrechar la asilvestrada senda de su propio sonido, hasta hacerlo tan impactante como certero. Después de ‘Königsberg’, su disco de 2014, serán dos las referencias con las que la banda de Madrid logró apuntalar definitivamente las coordenadas de su discurso: Su tercer disco ‘Liberación’ (2015) y el EP ‘Pterodáctilos’ (2018).
Desde entonces y parapetados tras una épica de la derrota y una misantropía militantes, El relevo alemán ha supuesto el despliegue de un ideario propio en el que podemos encontrar enigmáticas referencias históricas, cinefilia vintage e hilarantes dosis de humor… Tal y como podemos disfrutar en el EP ‘Die Hunde!’ y en su último y maravilloso álbum ‘La séptima extinción’ (2020), donde caminamos sobre el filo de la cuerda que se tiende entre esos dos puntos cardinales, tan extremos como complementarios, que son Cristina y JC, ahora con Javier Otones a la batería (Tremolino, Soul Rubbers).
